Marinos del Graf Spee en tierra firme












  El primer impacto directo de la guerra se produjo en ocasión de los carnavales de 1940, cuando en la noche del día 3 y la madrugada del día 4 de febrero, un nutrido número de marinos pertenecientes al acorazado Graf Spee, hundido en el Río de la Plata, se hizo presente en el baile organizado por la Sociedad Alemana de Gimnasia de Villa Ballester, mientras otro tanto se paseaba por la estación Quilmes.




   Pero habría otra situación mucho menos visible pero palpable. Entre 1939 y 1945 la Argentina vivió un clima incómodo a nivel diplomático.
   Mientras EE. UU. y Alemania pugnaban por influir en el gobierno para lograr su apoyo. Argentina exhibía al mundo una postura neutral, pero a su vez, personajes con ideas nacionalistas como el embajador Escobar y más tarde el Agregado Cultural Juan Carlos Goyeneche, buscaban desde España la bendición de Hitler y su compromiso de entregarle la hegemonía del continente una vez terminada la guerra.
  A su vez Alemania había encontrado la manera de expandir su ideología nacionalista en los países de habla hispana a través del Ateneo Iberoamericano de Berlín.   Afortunadamente no hay datos que confirmen la infiltración en el Ateneo Iberoamericano de Buenos Aires, institución que presentó el proyecto para denominar la parada del ferrocarril Kilómetro 24 con el nombre de José León Suárez, que el 4 de marzo de 1940 estableciera el presidente Ortiz por medio del decreto 56638.

Comentarios